¿A mi que?

   

 ¿A mí Que…?

        En solo aquel cabello

Que en mi cuello volar

Consideraste,

Miraste en mi cuello

Y en él preso quedaste,

         Y en uno de mis ojos te                     Llagaste.               

 De flores y esmeraldas,

En las frescas

Mañanas escogidas,
Haremos las guirnaldas,

En tu amor florecidas,
Y en un cabello mío 

Entretejidas.

Ojos claros, Serenos,

Si de un Dulce mirar Son Alabados,

¿Por qué, si me miráis, miráis Airados?

Si cuanto más 

Piadosos,

Más bellos parecéis a aquel 

Que nos mira,

No me miréis Con ira,

Porque no parezca menos 

Hermosos.

 




¡Ay Tormentos rabiosos!

Ojos claros, serenos,

 Ya que así me miran, 

Miradme al menos.

  

    Mi alma se ha empleado,

Y todo mi caudal,

En su servicio;
 Ya tengo otro oficio,

Que ya solo en amar es mi Ejercicio. 

 

 

 ¡No soy monedita de oro 

Para caerle bien a todo el Mundo!

 

Amor, que mis intentos Ayudaba, venció lo 

Que imposible parecía, 

 Basta ya de rigores,

Mi bien, basta, 

No te atormenten más

Celos tiranos.

 Descubre tu presencia,

Y máteme tu vista y hermosura;
Mira que la dolencia
De amor, que no se cura.

 

Sino con la presencia y 

La figura. 

Apaga mis enojos, 

Pues que ninguno basta 

A des-hacerlos,
Y véanle mis ojos,
Pues eres lumbre de Ellos,
Y sólo para ti quiero Tenerlos.  

Que muero porque no Muero, aquella vida de 

Arriba es la vida Verdadera.

Mi Amado,

 Las Montañas, 
Los valles solitarios ¡Nemorosos, 
Las ínsulas extrañas, 
Los ríos sonoros, 
El silbo de los aires Amorosos, 
La noche sosegada 
En par de los levantes de La aurora, 
La música callada, 
La soledad sonora, 
La cena que recrea y Enamora.

La cena Que Recrea y Enamora. 

Que muero porque no Muero, aquella vida De 

Arriba es la vida Verdadera.

@Carini777  

http://carincarloshermano.blogspot.com/

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